La meditación orgásmica es una práctica que va ganando mayores adeptos en todo el mundo. Principalmente centrada en el placer femenino, esta actividad se basa en la estimulación del clítoris, durante 15 minutos y sin penetración, a través del masaje genital femenino.
«Combina el poder de la atención de la meditación con la profunda y humana experiencia del orgasmo», explica su fundadora, Nicole Daedone, quien escribió dos libros sobre el tema. Asimismo, fue señalada por Vanity Fair como una de las doce mujeres que «cambiaron el modo en que miramos el sexo» y cuya charla TED «Orgasmo: la cura para el hambre de las mujeres de Occidente» fue vista un millón y medio de veces.
Es una práctica que, en su primera vez, se aconseja estar guiados por un experto en el tema y así aprender la forma correcta de llevarlo a cabo. Sin embargo, existen buenos tutoriales en la red para conocer cómo se practica la meditación orgásmica. A pesar de que en la técnica original requiere de una pareja, algunas mujeres han iniciado sus prácticas de meditación orgásmica ellas solas.
Lo ideal es buscar un lugar tranquilo donde pueda relajarse y empezar a estimular las zonas de la vagina que más gusten. Lo importante del acto es dejar atrás el afán de conseguir el orgasmo. Es fundamental concentrarse y registrar las sensaciones y estímulos para intensificar la meditación y tener el orgasmo como posible consecuencia.
Cómo hacer una meditación orgásmica
Para comenzar, se debe crear un «nido», con una esterilla de yoga y algunas almohadas. Si se realiza en pareja, ésta utilizará un guante y lubricante para masajear el cuadrante superior izquierdo del clítoris, con el dedo índice. Hará esto durante 15 minutos, donde la mujer podrá irle expresando lo que siente y de qué forma le gusta más.
Primero se debe acariciar el introitus, el sector donde ingresa el pene durante la penetración, luego los labios interiores y, por último, el cuadrante superior. En esta parte final es donde se encuentra el clítoris, el área con mayores terminaciones nerviosas, especialmente del lado izquierdo.
Es fundamental verificar la hora en la que se inicia el proceso, puesto que luego de trece minutos se debe pasar a la etapa de relajación final. En este momento, se debe colocar y presionar suavemente su mano derecha sobre la izquierda sobre los genitales de la mujer.
De esta manera, habiendo llegado a los quince minutos, finaliza la meditación orgásmica. El objetivo no es alcanzar el orgasmo, sino concentrarse en el placer que produce cada estímulo. Los especialistas advierten que el mayor gozo se da antes de llegar al clímax, lo cual intensifica el nivel de este luego.
Sus beneficios
- Permite relajarse y sentir más placer que un orgasmo
- Libera el estrés y la tensión mental
- Genera felicidad y sensación de plenitud
- Fortalece el sistema inmunológico
- Ayuda a concentrarse en el sentido del tacto y descubrir lo que produce
- Prepara el campo para generar orgasmos femeninos más profundos
- Fomenta la energía, pasión e iniciativa sexual
- Aumenta la seguridad personal
- Incrementa la conexión, confianza y comunicación con tu pareja