Diciembre es sinónimo de comer de más y a muchas les preocupa. Pero estas prácticas te ayudarán a distraer los antojos y que el exceso no nos pase factura (al menos, no tanta).

Primero. ¿Por qué pensamos en comer de más?

Las razones que pueden estar llevando a tu organismo y tu mente a querer comer de más pueden tener su origen en factores fisiológicos o emocionales.

Entre las causas fisiológicas más frecuentes destacan los desajustes hormonales. Hormonas como la insulina, leptina, glucagón y cortisol ponen en marcha una serie de mecanismos que pueden activar o desactivar tu hambre. Claro está, esto debe determinarlo un especialista.

La dieta y el estilo de vida que llevas también pueden ser responsables de estos pensamientos. Por ejemplo, está demostrado científicamente que, si tu alimentación está basada en azúcares y productos refinados, tendrás mucho más apetito que si elaboras tus platos con productos naturales.

En el otro lado nos encontramos con las causas emocionales. El estrés, la ansiedad, el miedo, la angustia, la soledad (todos propios del confinamiento) pueden desatar en ti un apetito voraz. En este caso no existe una sensación de hambre real, sino que se trata de llenar esos vacíos emocionales con el placer que proporciona la comida.

Ideas para distraerte

Sea cuál sea el motivo por el que la comida no se marcha de tu mente, tienes que llegar a la raíz del problema. Mientras tanto, te enseñamos algunas técnicas agradables para distraer el hambre y evitar comer de más.

Colorea mandalas

Evita comer de más coloreando mandalas

El estrés y el hambre suelen ir de la mano. Cuando nos sentimos muy agobiados, nuestro organismo libera cortisol, una sustancia que suele eliminar el estrés y favorece el hambre continua.

Pintar mandalas es una terapia relajante, muy eficaz para gestionar la ansiedad y el estrés. Cada vez más gente se engancha a esta afición, porque te vacía la mente. Te ayuda a no pensar en nada, ni siquiera en la comida.

Duerme (sí, en serio)

Dormir influye más de lo que piensas en tu apetito. Como dice el refrán, si no duermes lo suficiente, se te juntarán el hambre con las ganas de comer. ¿Sabes por qué? Cuando no duermes las 8 horas reglamentarias, tus niveles de cortisol pueden dispararse y te harán tener hambre a todas horas.

Es fundamental que cuides tus rutinas de sueño igual que cuidas las demás parcelas de tu vida. Un descanso reparador y unos hábitos de vida saludables te ayudarán a disminuir la ansiedad y mejorarán considerablemente tu relación con la comida.

Un momento beauty

Evita comer de más dándote un momentos de belleza

Mantener tu cabeza distraída con alguna actividad que te guste es un método bastante efectivo para olvidarte de la comida. ¿Por qué no inviertes algo de tiempo en tus cuidados de belleza? Disfrutar de una rutina de belleza puede hacerte sentir bien y llenar cualquier vacío emocional. Un “momento mascarilla” es perfecto, porque cuando te pones una en la cara, además de dejarte una piel estupenda, te resulta muy difícil llevarte nada a la boca.

Y si eres afortunada de tener una tina en casa, convierte el momento del baño en un ritual de belleza y bienestar. Llena la bañera, haz espuma, echa sales aromáticas y pon tu música favorita. Te relajarás, te sentirás mejor y no habrá alimento que se interponga en tu camino.

Ejercicio, la vieja confiable para no comer de más

Numerosos expertos apuntan a que el ejercicio físico, combinado con una dieta equilibrada y saciante, reduce en un 60% la ansiedad que genera la comida. Además, diferentes estudios sostienen que el ejercicio aeróbico es mejor para suprimir el apetito que el anaeróbico. Esto se debe a que fomentan la liberación de la proteína que se encuentra involucrada en el metabolismo humano.

Así que, ya lo sabes, busca hueco en tu agenda para practicar algo de cardio dos o tres veces a la semana. Y combínalo con alguna rutina deportiva de fuerza para que el entrenamiento sea más completo y efectivo. Así no solo eliminarás la sensación de hambre, sino que te pondrás en forma.

Aficiónate al mindfulness

Evita comer de más practicando mindfullness

Dos de los motivos que te llevan a comer compulsivamente o no quitarte el tema de la cabeza son la ansiedad y el estrés. Para combatirlos es bueno practicar mindfulness. Esta técnica de relajación centrada en la atención plena es muy efectiva.

Requiere tiempo y entrenamiento, pero si eres constante conseguirás relajarte y tomar conciencia contigo mismo y con tu entorno. Te servirá para afrontar las comidas con calma. Te ayudará a disfrutar de cualquier bocado y de muchas otras parcelas de tu vida.