Karla Lora nos comparte una gran lección sobre autoconocimiento y resiliencia
“El impacto más grande que tuvo el cáncer en mí fue que me hizo perder el miedo, atreverme a ir por más y apreciar las pequeñas cosas”
Vencer el cáncer tres veces, y transformar esa experiencia en un proyecto que inspira a otros a seguir adelante a pesar de las adversidades, es un enorme paso de valentía que Karla Lora ha sabido dar en los últimos años. Con su comunidad de Lolita’s Journey, promueve la autoaceptación y ofrece un espacio de apoyo con el crecimiento personal como pilar. En esta entrevista, totalmente transparente, nos comparte mensajes poderosos de esperanza, amor propio y el verdadero significado de la palabra resiliencia. Además, nos anticipa con entusiasmo el relanzamiento de The ME Project y otros planes que tiene para seguir brillando este 2024.
¿Cómo describirías el papel de las redes sociales y la plataforma que has creado en tu proceso de crecimiento personal?
Las redes sociales han sido un elemento crucial para Lolita’s Journey, una plataforma que me ha permitido promover la autoaceptación integral a nivel nacional e internacional. Este proyecto se ha convertido en una gran familia de Triers, una comunidad de personas resilientes, comprometidas con su crecimiento personal y con aprender a redefinir el amor propio, que han creado entre sí una red de apoyo incondicional. Así mismo, me ha brindado la oportunidad de conectar con personas maravillosas, con historias de vida realmente inspiradoras, que me han motivado a seguir evolucionando como ser humano, ser más agradecida, vivir en el presente, afrontar mis miedos y seguir intentándolo a pesar de las adversidades.
Has superado el cáncer en tres ocasiones, lo cual es realmente admirable. ¿Cómo ha impactado esa experiencia en tu perspectiva de la vida?
Hay una Karla pre cáncer y otra totalmente diferente post cáncer. Durante 6 años, mi vida giró en torno a mi enfermedad, e inevitablemente mi identidad se vio ligada a esta durante mucho tiempo, así que cuando finalmente recibí la noticia de que estaba en remisión, fue como empezar de nuevo. Ya no era la chica de 20 años que fue diagnosticada, ni la que fui durante el tratamiento. Ahora me tocaba averiguar quién era ya de adulta, mis gustos, mis nuevos sueños, mi esencia más allá de lo que me había tocado afrontar. En mi caso, creo que el impacto más grande que tuvo el cáncer en mí fue que me hizo perder el miedo, atreverme a ir por más y apreciar las pequeñas cosas… un café, los atardeceres, la luna, (por más cursi que suene) porque no sabemos cuándo la vida se puede tornar de cabeza.
Sabemos que la resiliencia ha sido clave. ¿Cómo la cultivas y mantienes en tu día a día?
Cuando durante mucho tiempo no tienes otra opción que ser fuerte y seguirlo intentando, cada vez se hace más fácil cultivar la resiliencia a diario. Sin embargo, a veces esto puede tornarse en un positivismo tóxico, del cual pequé durante un buen tiempo. Hoy en día honro mis emociones, me permito sentirlas, sin maquillar la realidad ni escapar del dolor. Y es entonces allí, cuando finalmente vuelvo a la batalla, a seguir intentando dar lo mejor de mí para afrontar lo que venga.
La resiliencia no es mantenerse positivo las 24 horas del día. Es, a tu tiempo, identificar la oportunidad ante las situaciones que se te presentan y aprender de las lecciones que tienen para enseñarte, sin desistir”
En tus redes cuentas que el 2023 fue un año de crecimiento significativo para ti. ¿Podrías compartirnos alguna experiencia que haya contribuido a ese proceso de reconexión contigo misma?
Desde el 2020 (fecha en que entré en remisión) hasta el 2022 tuve los años más difíciles de mi vida. Al recibir mi diagnóstico, ni mis médicos ni yo pensábamos que la remisión sería posible, así que durante un tiempo dejé de hacer planes a futuro porque entendía que no llegaría viva a los 30. Pero al recibir las noticias de que finalmente estaba libre de cáncer, aunque fue un gran alivio, finalmente pude permitirme no ser fuerte todo el tiempo y asimilar realmente lo que había reprimido durante cinco años. Pasé por una depresión muy fuerte, me alejé de mis seres queridos, de las redes sociales y me aislé.
En el 2023, luego de mucha terapia, decidí cambiar mi vida a nivel personal y profesional del cielo a la tierra. Terminé una relación de pareja, cambié de trabajo, inicié el gimnasio, comencé una maestría en derecho corporativo y retomé proyectos para Lolita’s Journey que tienen tiempo guardados, para lanzarlos este año. Definitivamente, estos cambios me hicieron conectar con esa chica soñadora que inició un proyecto digital como hobbie y que de un momento a otro se convirtió en un love brand y en mi proyecto de vida más grande. Un recordatorio de que tu prioridad siempre debes ser tú, y a no quedarte en relaciones, lugares o situaciones que no te hacen bien.
Y para este 2024, ¿cuáles son esos planes que tanto te emocionan?
Este año planeo retomar mi práctica de coaching, ofreciendo más contenido de valor, programas y actividades a través de Lolita’s Journey y mi proyecto alterno @DearTrier. Además de darle calor a @stratlegal, mi firma boutique de estrategia para negocios. Lo que más me tiene emocionada es el relanzamiento de The ME Project, un programa que busca ofrecer charlas, talleres, retiros y actividades sociales utilizando las bases del coaching integral, para esas chicas que están comprometidas con su crecimiento, que buscan priorizarse, divertirse y conectar con otras. La primera actividad está pautada para abril de este año, así que ¡atentas!
¿Qué mensaje tienes para aquellas mujeres que están pasando por momentos difíciles o luchando contra el cáncer?
Todo pasa, lo malo y lo bueno. Así que, tu trabajo más importante es no atar nunca tu valor a las cosas que te suceden. Mantén la conexión contigo, siéntate con tus emociones sin reprimirlas y busca ayuda cuando la carga se vuelva muy pesada. Pero por sobre todas las cosas, nunca pierdas la esperanza.
Tu trabajo más importante es no atar nunca tu valor a las cosas que te suceden”
¿Qué te hace brillar?
Serme fiel. Creo que el reto más grande que he tenido que encarar en mi proceso de crecimiento personal ha sido la autenticidad. Confiar en mis instintos, ser yo en todo momento y no dejar que las opiniones o creencias de los demás moldeen quién soy. Cumplirme con mis promesas, expresar mi opinión, lanzarme, me hace tener más confianza.
Una mujer segura de quién es y lo que tiene para aportar, es una mujer cuya luz nunca podrá ser opacada”
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