No sé si los nombres predeterminan, en cierto sentido, nuestros caminos, dones o inclinaciones, o si de alguna forma mística, muchas personas reciben un nombre acorde a su propósito en esta tierra. Lo que sí sé es que Vida Gaviria llama “su misión” a un aporte suyo que a todos, especialmente a las madres, nos puede cambiar la vida de manera positiva.

Ella lo hace posible a través de herramientas que nos ayudan a lograr la plenitud familiar y una base sólida de amor y comprensión que formará adultos felices y seguros, pero que también nos permitirá vivir y disfrutar la maternidad como merecemos, sin desconectarnos de nosotras mismas. Conversamos con Vida sobre Modomamá, un espacio que ha transformado familias por completo, y sobre las mejores maneras de abordar y vivir la maternidad.

 

HABLEMOS UN POCO DE TI, ¿EN QUÉ MOMENTO DECIDES DEDICAR TU CARRERA PRECISAMENTE A TRABAJAR CON LAS FAMILIAS?

Hace 11 años nació este “trabajo” que hoy en día reconozco como mi misión de vida. Quise combinar mis grandes pasiones (la enseñanza, la maternidad y la comunicación), y de esa mezcla maravillosa nació este espacio que ha acompañado a miles de personas a través del tiempo. Modomamá me define bastante porque lo asumo como mi servicio a la humanidad. Soy mamá en pleno ejercicio de la crianza y sé lo arropador que es este rol. Modomamá es una muy buena parte de quién soy hoy en día.

 

¿CÓMO NACE MODOMAMÁ?

Modomamá nace hace 11 años como un proyecto audiovisual para apoyar a padres en el viaje de la crianza. Arrancó como una cuenta de Twitter mientras vivía todavía en Venezuela. Luego vinieron el programa de televisión y los programas de radio en RD y Venezuela que estuvieron al aire hasta la pandemia. Hoy es un espacio multiplataforma donde comparto contenido por vías digitales y presencialmente a través de cursos grupales y sesiones individuales.

 

LAS SATISFACCIONES EN TU TRABAJO SEGURAMENTE HAN SIDO MUCHAS, ¿RECUERDAS ALGUNA ESPECIAL EN PARTICULAR?

Me emociona muchísimo cuando una persona me dice que la he acompañado en el crecimiento de su familia. Si comenzaron a leerme en los inicios de Modomamá, fácilmente he estado con ellos desde embarazos, graduaciones de los hijos, salidas del nido y cada etapa importante del ciclo vital. Saber que, sin conocerlos, lo que les he podido compartir les ha llevado tranquilidad en momentos de dudas y crisis, es mi mayor recompensa.

 

LA MATERNIDAD PUEDE TORNARSE MUY DIFÍCIL Y CADA VEZ MÁS MADRES LO EXTERNAN. ¿SERÁ CIERTO QUE ESTA GENERACIÓN TIENE MAYORES RETOS?

Cada generación incluye retos y no creo que para los padres una sea más fácil que otra, pues es la única que conocen. Tendemos a pensar que lo pasado fue mejor, pero creo que nos referimos a la fantasía de que lo no vivido pudo ser mejor. Estoy segura que la generación que crió hijos en medio de guerras, revoluciones, e incluso, tiempos de calma, también tuvo sus desafíos. Lo que sí es definitivo es que ahora la queja está amplificada porque antes de la llegada de internet, solo entrabas en contacto con la realidad de quienes tenías cerca. Ahora escuchas los pesares de madres que ni siquiera conocerás en su versión presencial y esa información, de alguna manera, condiciona tu propia relación con tu maternidad.

 

¿QUÉ TAN IMPORTANTE ES DEDICARNOS TIEMPO A NOSOTRAS MISMAS?

Yo diría que no es importante, es obligatorio. Más después de la pandemia. Las madres somos cuidadoras y eso implica cuidar de nosotras. Creemos que es egoísta cuidarnos porque supone sacar tiempo fuera de la maternidad, pero lo que es realmente egoísta es descuidarnos y pretender que las personas que más nos importan tengan que lidiar con la versión más amargada y desatendida de nosotras. ¡Eso sí que es egoísta! Tenemos tan vetada la noción del autocuidado, que a veces solo una enfermedad logra que se abra el espacio para el reposo y no debe ser así. Porque nuestros hijos nos necesitan sanas. Nosotras nos necesitamos sanas. Es por esto que creé Mi Día Merecido, un intensivo de autocuidado que aleja la enfermedad y aumenta la paciencia.

 

¿QUÉ SUCEDE EN LOS TRES DÍAS DE MI DÍA MERECIDO?

Pasan muchas cosas y todas son maravillosas. Te nombro solo 10:

En estos tres días, somos la prioridad de nuestra atención.

  • Atendemos áreas fundamentales que en el día a día suelen quedar bastante rezagadas.
  • Trabajamos la culpa que nos lleva por la calle de la amargura y no nos deja disfrutar de la maternidad.
  • Trabajamos nuestros límites y la capacidad de ponernos en primer lugar, sin descuidar a quienes nos necesitan y sin sentir culpa.
  • Aprendemos sobre los ciclos femeninos y comenzamos a usar esa información a nuestro favor.
  • Conectamos con otras mujeres que están en la misma búsqueda.
  • Reconectamos con la naturaleza.
  • Regresamos a nuestra realidad recargadas de paciencia.
  • Nuestros hijos celebran a esta mamá alegre, divertida y liviana que regresó del retiro.
  • Dejamos de criar desde el modo víctima para comenzar a criar desde el modo disfrute.

 

Vida Gaviria - madres sanas

SER MUJERES-MADRES EN ESTE MOMENTO HISTÓRICO PUEDE SER UNA TRAVESÍA AGOTADORA SI NO LE PONEMOS LÍMITE A LA HIPER EXIGENCIA QUE NOS RODEA”

 

¿CUÁLES SON LAS COSAS QUE DETONAN ESA “DESCONEXIÓN” CON NUESTRA ESENCIA?

Entre muchas, podría resumir que culturalmente estamos muy programadas para producir resultados en un entorno muy competitivo (sí, la maternidad también puede vivirse como una competencia). Esa necesidad de mostrarle al mundo ciertos éxitos medibles y visibles, nos atropella, nos sobrepasa, nos anula. Y sin darnos cuenta, lo permitimos. Ser mujeres-madres en este momento histórico puede ser una travesía agotadora si no le ponemos límite a la hiper exigencia que nos rodea. Para esto necesitamos mucha introspección, autoconocimiento y camino interior. De lo contrario, la vida nos pasa sin que nosotras pasemos por ella.

 

¿CÓMO PUEDE SABER UNA MADRE QUE NECESITA “DESCONECTARSE PARA VOLVER A RECONECTAR”?

En los años que tengo escuchando a las madres, puedo decirte que todas se quejan de falta de descanso. No importa su edad, realidad económica, profesional, sentimental, todas podríamos atendernos más y mejor. Así que partiendo desde allí, todas somos candidatas para cuidarnos porque ser cuidadoras no tiene días feriados. Si además hay síntomas evidentes, como irritabilidad, cambios de humor constantes, desconexión con los hijos, dificultad para disfrutar la maternidad, explosiones, incapacidad para establecer límites, sensación de colapso o dolencias físicas, ya estamos hablando de que es urgente hacer una pausa. A la larga, ¿qué sucede con esas madres que postergan la decisión de regalarse «su día merecido»? Los estragos del autodescuido son evidentes y eficientes. Colapsamos, nos fundimos, nos apagamos y nos marchitamos.

 

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA ENTENDER LAS EMOCIONES DE NUESTROS HIJOS Y ASÍ ACOMPAÑARLOS MEJOR?

En primer lugar, recordar y mantener presente que somos seres que sentimos. Nos hemos quedado mucho en la noción de que somos seres pensantes y se nos olvida lo otro. Cuando nos reconectamos con nuestro propio terreno emocional, es más fácil acompañar las emociones de nuestros hijos. Si somos empáticas y validamos lo que sienten, en lugar de pretender adormecerlo o evitarlo, estaremos dejándoles un legado de salud mental para toda la vida.

 

HABLAS MUCHO DE LA IMPORTANCIA DE LOS LÍMITES BIEN ESTABLECIDOS. ¿CÓMO SABEMOS DÓNDE UBICAR ESOS LÍMITES?

Los límites están presentes en todas nuestras relaciones. No importa qué tan profundas sean, las normas verbales y tácitas que definen qué puedes esperar de mí y qué puedo esperar de ti delimitan cómo interactuamos con otros. Para las madres es retador establecer límites porque tenemos internalizada la creencia de que la “buena madre” tiene que ser abnegada, sacrificada, estar disponible para todos y decir que sí a todo. Esta concepción es más bien tóxica porque envía el mensaje de que para poder lograr todas esas metas, necesitamos invisibilizar nuestras necesidades. Si como persona y mamá, te sientes poco escuchada, invadida y sobre exigida, esas son señales de que tus límites pueden mejorar.

 

¿QUÉ HÁBITOS PODEMOS EMPEZAR A CREAR LAS MADRES QUE NOS AYUDEN A MANTENER NUESTRA ESTABILIDAD Y, POR ENDE, LA DE NUESTRAS FAMILIAS?

Todos los días nos desgastamos un poco, así que todos los días deberíamos reponernos un poco también. Hay tres básicos que yo llamo el Kit de autocuidado 101, que si cuidamos en los tiempos de paz, serán un colchón importante en los tiempos de crisis. Estos son:

Consumir suficiente agua: Un cerebro deshidratado no puede producir buenas ideas ni buenas soluciones.

Nutrición que te sostenga: Para no pedirle al cuerpo más esfuerzo en procesar alimentos pesados en la mayoría de las comidas.

Descanso reparador: Que realmente nos reponga del desgaste diario.

Además de este Kit de autocuidado 101, cada quien podrá agregar lo que le sume: psicoterapia, ejercicio físico, masajes, bailar, hablar con amigas, hacer manualidades, entre otros. Lo importante es que lo básico esté cubierto porque es lo que nos sostendrá cuando venga la tormenta.

 

¿QUÉ OTROS PROGRAMAS O ASESORÍAS OFRECES A LAS MADRES Y LAS FAMILIAS DESDE TU EXPERIENCIA Y PREPARACIÓN?

Actualmente ofrezco opciones en vivo y grabadas para grupos y de manera individual que atienden distintas etapas de la crianza. Para madres ofrezco programas virtuales de autocuidado, además de la experiencia presencial de Mi Día Merecido, y para empresas ofrezco charlas de empoderamiento y bienestar para su capital humano.

 

SI PUDIERAS DARLE UN CONSEJO DE ORO A TODAS LAS MADRES QUE NOS LEEN, ¿CUÁL SERÍA?

Nuestros hijos van a vivir muchos más años con ellos mismos que con nosotros bajo el mismo techo. Asegúrate que crecer junto a ti sea una experiencia cálida, segura, protegida, respetuosa y amorosa.

 

 

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