Octubre es el mes de conmemoración de la lucha contra el cáncer de mama. Por ello, es importante conocer todos los aspectos que la rodean. Principalmente cómo puedes mejorar tu estilo de vida en pro de tu bienestar. Pero también, y no menos importante, qué puedes hacer para detectar las señales de la enfermedad, cómo realizar una autoexploración, los tratamientos que existen una vez que hay un diagnóstico. Y hasta saber si existe una o varias causas de la enfermedad.
Así que en esta ocasión vamos a compartirte la información que los especialistas señalan como posibles causas del cáncer de mama. La mundialmente reconocida Clínica Mayo dice que el cáncer de mama ocurre cuando algunas células de la mama comienzan a crecer de forma anormal. Éstas se dividen más rápidamente que las células sanas y continúan acumulándose, formando un bulto o tumor.
Asimismo, investigadores han identificado factores hormonales, de estilo de vida y ambientales que pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama. Pero aún no está claro por qué algunas personas que no presentan factores de riesgo desarrollan cáncer y otras que sí los tienen no lo hacen. Así que es probable que el cáncer de mama tenga su origen en una interacción compleja de tu perfil genético y el medio ambiente. Por ello, la prevención (incluyendo la autoexploración y el control médico) es clave.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se han identificado diferentes factores relacionados con el desarrollo del cáncer de mama y la modificación de algunos podría ayudar a prevenirlo.
Factores hereditarios
Este es uno de los temas quizá más sonados. Tener antecedentes familiares de cáncer de mama suele aumentar la posibilidad de desarrollarlo, aunque no por esto es una sentencia. Además están las mutaciones de los genes BRCA1, BRCA2, y p53, presentes en la enfermedad.
Factores reproductivos
Los especialistas señalan que existen hay ciertos puntos que pueden estar relacionados con el cáncer de mama. Entre ellos el uso prolongado de anticonceptivos orales, terapias de sustitución hormonal o el inicio de la menstruación a edad temprana. Asimismo, la aparición tardía de la menopausia, tener el primer embarazo en edad madura (después de los 35), el acortamiento de la lactancia materna, y no tener hijos. Aunque todo esto sigue en fases de estudio y no hay evidencia que afirme que cumplir con alguno o todos los puntos anteriores sea sinónimo de que padecerás cáncer de mama.
Densidad mamaria y obesidad
Las mamas están compuestas por grasa, glándulas y tejido fibroso. Se dice que hay mayor densidad mamaria cuando hay más glándulas y tejido fibroso en proporción a la cantidad de grasa. Últimamente, se ha observado que las mujeres con alta densidad mamaria tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Entretanto, la obesidad puede incrementar el tejido adiposo que promueve la sobreproducción de estrógeno. Un riesgo que se vuelve mayor si se aumentó de peso después de la menopausia. Aunque la evidencia en torno al efecto de la dieta sobre el riesgo de cáncer de mama es inconsistente, la mayor evidencia encontrada está en relación con el alto consumo de grasas saturadas.
Estilo de vida poco saludable
En específico, el consumo excesivo de alcohol y tabaco, así como la falta de actividad física regular.
¿Cuáles son los principales síntomas del cáncer de mama?
Lo cierto es que el cáncer de mama no siempre presenta síntomas en su primera etapa, sin embargo, es importante que tengas en cuenta los siguientes indicadores más comunes:
- Bultos anormales en la mama o axila.
- Dolor, enrojecimiento, descamación o secreción en la zona del pezón.
- Aumento de tamaño, hinchazón o hundimiento en alguna zona de la mama.
Recuerda que a partir de los 40 años deberás realizarte una mastografía pero es recomendable hacerte una autoexploración mamaria y visitar a tu ginecólogo con regularidad.
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