Cada vez más, las consumidoras buscan resultados naturales en los tratamientos de belleza y de salud corporal. Gracias a la terapia enzimática, es hora de darle la bienvenida a una nueva opción para el cuidado de la piel.

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, y en ella se refleja si existe un desbalance en el pH. Para ello se toman en cuenta: su barrera hidrolipídica, su oxigenación, circulación y en los procesos químicos. Si lo vemos como una fábrica, cuando hay inestabilidad, entonces tendrá como resultado una materia prima deficiente. Por ende, las enzimas tienen un papel importante en su correcto funcionamiento interno de nuestro organismo.

Las enzimas son unas moléculas proteicas que catalizan reacciones químicas en los seres vivos, son esenciales porque aceleran varias funciones de nuestro organismo. Recibimos a la estrella de los nuevos faciales: la terapia enzimática, una mascarilla proteica, mineralizada y enzimática, diseñada para instaurar cambios a nivel estructural en la dermis.

La terapia enzimática es la tendencia más novedosa

Abecé de la terapia enzimática 

¿Qué conseguimos en la primera sesión?

Remover las toxinas de la piel y bombear oxígeno mediante el aumento de la circulación, a la vez que le proporciona los nutrientes necesarios para optimizar sus procesos.

¿Resultados?

La piel se siente, tersa, suave, iluminada e hidratada. El uso constante, según la necesidad, puede balancear la pigmentación, tratar las manchas, oxigenar la piel apropiadamente, mantener los niveles grasos y de agua correctos. Lograrás lucir una piel como nunca antes.

¿Lo mejor?

Ha demostrado resultados en el tratamiento de afecciones tan resistentes como la hiperpigmentación o acné, sin efectos rebotes y con resultados duraderos.

 

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