La realidad es que, para lo comunes que son, el temor a las estrías está sobrevalorado y el verano, los viajes a la playa y los trajes de baño, se convierten en el escenario perfecto para que muchas mujeres se estresen.
Estoy aquí para contarte que hay vida después de las estrías, y que la gran mayoría de mujeres las tendremos tarde o temprano. Pero, si me estás notando muy pesimista, mejor iniciemos por el lado amable viendo formas de prevenirlas:
Lo que puedes hacer
- Tomar mucha agua para asegurar la hidratación de tu piel. El mínimo son dos litros al día.
- Mantener un peso estable.
- Llevar una dieta balanceada, incluyendo alimentos con vitaminas C, B y E y minerales como el zinc y el cobre.
- Cuidar siempre tu piel del sol, utilizando adecuadamente los bloqueadores solares para rostro y cuerpo.
- Utilizar cremas hidratantes diariamente. Las que contienen vitaminas A, E y Alantoína, ayudan a aumentar la flexibilidad cutánea.
- Evitar los ejercicios de alto impacto con mucha frecuencia y no consumir anabólicos ni otros suplementos para aumentar la masa muscular.
- Evitar los sostenes muy ajustados.
- No fumar.
Lo que debes aceptar
- Si ya tienes las estrías, que no cunda el pánico. Continúa con mayor constancia y disciplina con los tips anteriores para evitar que progresen o aparezcan más.
- Utiliza cremas con retinoides, estas pueden mejorar su aspecto.
- Existen muy buenos procedimientos estéticos que pueden ayudar a atenuarlas. ¡Consulta con tu dermatólogo!
- Tu cuerpo, como el de todas las mujeres, cambia. ¡Abraza con amor cada una de sus versiones!
- Puedes amar lo que ves en el espejo, aun trabajando para modificarlo. Lo que nunca debes hacer es rechazarte. Una vez te aceptas, entonces inicias un camino con paciencia y tiempo, hacia las mejorías que deseas.
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