Las claves para descubrir si tu trabajo alimenta o drena tu felicidad

Nos pasamos gran parte de nuestras vidas trabajando, pero la gran pregunta es: ¿nuestro trabajo nos hace felices o nos consume? En un mundo donde el burnout es un tema recurrente entre profesionales de alto nivel, es vital que te cuestiones si tu carrera te inspira o te desgasta.

SEÑALES DE QUE TU TRABAJO TE NUTRE EMOCIONALMENTE

La ciencia ha investigado profundamente la relación entre el trabajo y la felicidad. La teoría Flow, desarrollada por el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi, sugiere que cuando estamos completamente inmersos en una actividad desafiante pero alcanzable, experimentamos una sensación de plenitud y bienestar. Si tu trabajo:

• Te motiva a crecer y te desafía sin sentirte constantemente abrumada.
• Te brinda un propósito y un sentido de contribución.
• Te permite mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional.
• Fomenta un ambiente positivo y colaborativo.
• Te proporciona un nivel adecuado de autonomía y creatividad.
Entonces, es probable que esté aportando a tu felicidad.

CUANDO TU TRABAJO ESTÁ DRENANDO TU ENERGÍA

Por otro lado, sentir que cada lunes es una sentencia y te cuesta encontrar motivación para tus tareas podría ser una señal de alarma. Un estudio publicado en el Journal of Applied Psychology sugiere que el agotamiento laboral está vinculado con el aumento de estrés, insomnio y menor satisfacción vital. Estas son algunas alertas de que tu empleo podría estar afectando negativamente tu bienestar:

• Te sientes constantemente agotada, incluso después de un descanso.
• Experimentas ansiedad o estrés crónico vinculado a tus responsabilidades.
• No ves un sentido en lo que haces ni te sientes valorada.
• El ambiente laboral es tóxico o poco colaborativo.
• Tu trabajo no te deja espacio para tu vida personal.

¿CÓMO HACER EL CAMBIO?

Si has identificado que tu trabajo está drenando tu felicidad, es importante tomar acción. Algunas estrategias son:

• Hablar con tu superior sobre posibles ajustes en tus responsabilidades.
• Establecer límites claros entre el trabajo y tu vida personal.
• Explorar nuevas oportunidades dentro o fuera de tu empresa.
• Practicar el autocuidado y reforzar tus actividades fuera del ámbito laboral.

Recuerda que el trabajo ideal no es el que está libre de desafíos, sino aquel que te reta, te motiva y te permite crecer sin sacrificar tu salud mental. ¡Es hora de reflexionar y tomar las riendas de tu felicidad profesional!