Actos cotidianos de amor propio: Cómo cultivar el autocuidado sin romantizarlo
El amor propio es un concepto que se ha popularizado en los últimos años, a menudo asociado con imágenes idealizadas de autocuidado: baños de burbujas, escapadas de fin de semana o comprar algo especial para uno mismo. Si bien estas actividades pueden formar parte del cuidado personal, es crucial entender que el amor propio va mucho más allá de lo que vemos en redes sociales.
Como psicóloga, me interesa explorar cómo podemos cultivarlo de manera práctica, realista y sostenible en nuestro día a día. Así que empecemos por lo primero…
¿Qué es el amor propio realmente?
El amor propio no es solo un estado de bienestar constante ni una serie de gestos grandiosos hacia nosotras mismas. Es, más bien, un compromiso continuo con nuestro bienestar físico, emocional y mental. Es reconocer nuestras necesidades, respetar nuestros límites y hacer lo necesario para cuidarnos, incluso cuando la vida se pone difícil. Hay que aclarar que no es un lujo; es una necesidad básica que todas debemos nutrir para mantener nuestra salud mental y emocional.
Es fácil perderse en la idea de que el amor propio requiere de grandes gestos, pero en realidad, son los pequeños actos cotidianos los que verdaderamente lo cultivan. Aquí te comparto algunas ideas que puedes implementar de manera realista y sin idealizar:
Establece límites saludables
Aprender a decir «no» es reconocer que tu tiempo y energía son valiosos y no debes comprometerlos en exceso. Los límites no son egoístas; son una forma de proteger tu bienestar.
Respeta tus rutinas de sueño
Dormir lo suficiente no es negociable. Es un acto de autocuidado que muchas veces pasamos por alto, pero que impacta directamente en cómo te sientes y en cómo manejas el estrés.
Haz pausas conscientes durante el día
A lo largo de la jornada, tómate unos minutos para desconectar y respirar profundamente. Estas pausas te ayudan a recargar energías y a mantener una mente clara, permitiéndote abordar tus responsabilidades con mayor serenidad.
Alimenta tu cuerpo con consciencia
Comer bien no se trata solo de la nutrición física, sino de cómo nos cuidamos y nos respetamos a nosotras mismas. Preparar una comida saludable es una manera de decirte que mereces sentirte bien.
Practica el auto-diálogo positivo
Las palabras que te dices tienen un poder inmenso. Trabaja en transformar esa crítica interna en una aliada que te apoye, en lugar de sabotearte.
Haz algo que disfrutes diariamente
No tiene que ser nada complicado. Leer un capítulo de un libro, escuchar tu canción favorita o simplemente salir a caminar son actos simples que pueden traer mucha satisfacción y alegría a tu día.
Permítete descansar sin culpa
En una sociedad que glorifica la productividad, descansar puede parecer un lujo, pero es una necesidad. Permitirte descansar cuando lo necesitas es un acto poderoso de amor propio.
Un proceso continuo
Recuerda que el amor propio no se trata de alcanzar un estado de perfección ni de cumplir con una lista interminable de deberes. Se trata de hacer lo mejor que puedes con lo que tienes en cada momento. No es necesario esperar a un gran cambio o evento; puedes comenzar hoy, con pequeños gestos que, aunque sencillos, tienen un impacto profundo en cómo te sientes contigo misma.
Así que, mi querida shiny girl, te invito a cultivar el amor propio entendiendo que este es un proceso continuo, no un destino.
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