Año 2025. Carros que se manejan solos, inteligencia artificial escribiendo discursos presidenciales… pero aquí estamos, todavía discutiendo quién paga la cuenta y si dividirla es señal de tacañería.

¿Por qué este tema sigue siendo un dealbreaker en citas y relaciones? Siéntate y vamos a discutirlo en una girl date (que, como somos amigas, pagamos mitad y mitad, obvio).

¿Se trata de justicia?

Si él te propone dividir la cuenta, ¿es porque respeta tu independencia o porque simplemente no quiere gastar de más? Depende de a quién le preguntes. Para muchas, este dilema ha pasado de ser un acuerdo financiero a una verdadera prueba de compatibilidad amorosa.

Estos son los tres takes más comunes:

  • Team “mitad y mitad”: Porque el amor no se mide en dinero y si te gusta la igualdad, que sea en todo.
  • Team “Si no me paga, no salgo”: Porque si el interés es real, lo mínimo que puede hacer es invertir en una cena.
  • Team “El que invita paga”: Si yo te invité, pago yo. Si tú me invitaste, pagas tú. Civilizado. Justo. Sin dramas.
Pero a esta ecuación se suma otro factor

En algún punto, se asumió que el interés se medía en quién sacaba la tarjeta primero. “Si paga todo, es caballeroso” vs. “Si divide, no le interesas”. La cultura pop reforzó esta idea con historias donde uno de los dos se hace cargo de todo, pero en la vida real, esto puede venir con expectativas o dinámicas desiguales. Entonces, más allá de quién paga, la verdadera pregunta es: ¿qué significa ese gesto en cada relación?

quién paga la cuenta

Para algunas, que la otra persona insista en pagar puede sentirse como un intento de imponer control o demostrar poder. Para otras, dividir puede parecer frialdad o falta de compromiso.

Veamos qué dicen las chicas 

Le preguntamos a cuatro mujeres con distintos estatus amorosos sus opiniones. Esto es lo que piensan:

 

Si es una nueva relación , creo que ambos deberían tener la intención de dar un 50/50 siempre. Con el tiempo, cuando ya conocen mejor sus compromisos, la división debe ajustarse según las posibilidades e ingresos de cada uno.

Heidy Vargas. Soltera. 


Creo que el 50/50 aporta cierta horizontalidad que le permite a la relación ser más colaborativa. En mi caso, me ha dado el espacio para aportar en la toma de decisiones y a mi pareja, la oportunidad de deconstruirse y alejarse de la idea machista de que el hombre debe ser el principal proveedor.

Alexandra Guzmán. En una relación.


Para mí, tiene que ver con los ingresos de cada quien. Si tu pareja gana el triple de lo que ganas tú, no es justo que debas pagar por la mitad de la cena. La división debería ser equitativa, no igualitaria. 

Melissa Lajud. Comprometida.


Opino que en un matrimonio es más bien cuestión de “tener una cuenta en común” para todo. Pero cuando estamos saliendo, mi expectativa es que si me estás invitando, sea 100/0. Aunque, de vez en cuando, también está bien sorprender a tu pareja con una invitación y flores… ¡no se lo esperan!

Clayra Morales. Casada.

Plot twist: Nunca fue sobre el dinero

Como ves, lo curioso es que no hay una respuesta única, ¡y eso está bien! Cada pareja tiene su propio acuerdo, lo importante es que ambos estén en la misma sintonía, sin presiones ni malos entendidos. Al final, no se trata solo de quién paga la cuenta, sino de cómo se manejan los valores, las expectativas y, claro, cómo se interpretan los pequeños gestos de interés y generosidad.

Así que aquí te va nuestro consejo: La próxima vez que llegue la cuenta, fíjate menos en la tarjeta y más en la energía con la que la ponen sobre la mesa.

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@shinemagazinerd

 

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