¿Te ha pasado que compras una prenda que parece perfecta, pero después de un par de lavadas ya no quieres ni verla? Créeme, yo también he estado ahí. Es fácil caer en la creencia de que un precio elevado o una marca de lujo son sinónimos de calidad, pero, spoiler alert: ¡no siempre es así!

Con el tiempo, aprendí que evaluar la calidad de la ropa va mucho más allá de eso. Si quieres evitar esas compras que terminan siendo un desastre, aquí te comparto mis mejores tips para identificar prendas que realmente valgan la pena.

Producción: ¿Quién está pagando el precio real?

Antes de emocionarte con esa blusa divina, pregúntate: ¿cómo fue hecha? Muchas marcas, incluso las más caras, no siempre respetan los derechos humanos ni las condiciones laborales de quienes fabrican sus prendas. Yo solía ignorar este tema, pero cuando empecé a investigar un poco, me di cuenta de que apoyar marcas éticas no solo me hace sentir mejor, sino que también garantiza que estoy comprando algo hecho con cuidado. Así que, si puedes, busca marcas que sean transparentes y apoyen prácticas sostenibles.

Materiales: ¿Natural o sintético?

Aquí viene mi parte favorita: tocar la tela. Los materiales naturales como el algodón, el lino o la lana suelen ser más duraderos pero, ojo, no todo lo sintético es malo. Por ejemplo, para ropa deportiva, los tejidos técnicos como el poliéster o el elastano son perfectos porque ofrecen elasticidad y transpirabilidad.

Mi truco personal: Si la tela se siente áspera, fina o como si pudiera romperse fácilmente, probablemente no sea de buena calidad. Y si brilla demasiado (cuando no debería), ¡cuidado!

Confección: Los detalles que no puedes ignorar

Aquí es donde me pongo en modo detective. Siempre reviso las costuras. Si están torcidas, sueltas o con hilos colgando, ya sé que esa prenda no va a durar. También me fijo en los patrones. Por ejemplo, si es una camisa a rayas, reviso que las líneas coincidan en las costuras.

Algo que aprendí: Las prendas de buena calidad suelen tener acabados impecables, incluso en las partes que no se ven, como el interior de los bolsillos o los dobladillos.

Silueta y ajuste: El diseño lo es todo

¿Sabías que el secreto de una prenda bien hecha está en su patrón? Yo no lo sabía hasta que empecé a prestar atención. Una prenda bien diseñada no solo se ve bien, ¡se siente bien!

¿Cómo lo noto?

  • Si la prenda mantiene su forma después de usarla, es una buena señal.
  • Si no hay arrugas raras o tirantez incómoda, ¡punto extra!
  • Y si me hace sentir como una diosa, sé que fue una buena compra.

El precio no siempre manda

Te confieso algo: antes pensaba que si algo era caro, automáticamente era bueno. Pero después de varias decepciones (y mucho dinero perdido), aprendí que no siempre es así. Hay marcas accesibles que ofrecen piezas increíbles, y también hay marcas de lujo que no valen lo que cuestan.

Mi consejo: No te dejes llevar por la etiqueta. Aprende a identificar los materiales, la construcción y el diseño. Eso es lo que realmente importa.

Mi conclusión: Compra con intención

Ahora, cada vez que voy de compras, me tomo mi tiempo. Ya no me dejo llevar solo por lo bonito o lo barato. Me fijo en todos los detalles que te mencioné y me pregunto si esa prenda realmente vale la pena. Y tú, ¿estás lista para convertirte en una compradora más consciente? Créeme, tu clóset (y tu billetera) te lo van a agradecer. ¡Ah, y no olvides divertirte en el proceso! Porque al final, la moda también es para disfrutarla.

@rosannajluna

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