¿En la vida te has encontrado en algún momento envuelto en situaciones en las que sientes que te atrapó, literalmente, una tormenta? ¿En una sensación de confusión, de que un viento ensordecedor no te permite pensar claramente y que incluso te cuestionas qué estás haciendo ahí o cómo y a dónde avanzar?
Me sucede a menudo en mis expediciones y montañas que, si las cosas no van como planifico, pueden convertirse en una tormenta en la mente. Y también he pasado por tormentas reales, de las que he aprendido que, como muchas veces escuchamos, el éxito a veces se encuentra más en la fortaleza mental que en la física, al igual que pasa en muchos otros deportes y en la vida misma.
He aprendido a utilizar prácticas de bienestar que me funcionan antes y durante esos momentos críticos para retomar la calma y poder tomar decisiones asertivas, las cuales han sido cruciales para reducir riesgos y llegar sana y salva de regreso a casa. Hoy te comparto tres de esas acciones que realizo diario, y sobre todo en los instantes críticos, donde les pongo mayor intención:
AGRADECER / ORAR
En los momentos difíciles es muy fácil enfocarse en lo que va mal, olvidando todo lo bueno que nos sucede y ha pasado en nuestras vidas, e incluso lo bueno que vendrá. Por eso diariamente, desde que despierto, mi primer pensamiento es de agradecimiento. ¿Por qué agradezco? Pues inicio por dar gracias por la vida, la familia, quienes están y quienes ya han partido. Y luego sigo con cosas reales, pequeñas y grandes, sencillas y complejas, buenas y mejorables. Por mis sueños. Pienso que dar gracias por todo lo que pasa en la vida es la puerta a la abundancia. En ese momento aprovecho y practico la espiritualidad. Siento que uno debe, en lo que sea que crea, dedicar tiempo diario a esto. Yo, que creo en Dios, oro.
MEDITAR
Hace unos años que medito. Utilizo diferentes métodos. Hago con regularidad meditaciones guiadas. En la montaña utilizo mantras, pero mi favorita, sin lugar a duda, es la meditación de la bondad amorosa (love and kindness). Consiste en pensar en tres personas que no sean de tu círculo cercano, sino que te pasen por la mente en ese momento y desearles lo siguiente:
- Deseo (nombre) que seas feliz.
- Deseo (nombre) que estés bien.
- Deseo (nombre) que tengas paz.
Esa es la que generalmente hago cuando estoy un poco corta de tiempo, pero realmente me devuelve la paz. Y bueno, hago trampas… la hago por mis seres queridos luego de los tres no tan cercanos.
RESPIRAR
Suena sencillo; lo hacemos de forma instintiva, y, sin embargo, en esos momentos críticos generalmente dejamos de respirar. Hay estudios que demuestran la eficacia de la respiración. A veces es solo respirar intencionalmente. En algunos momentos lo hago colocando la mano sobre mi corazón, y a veces me funciona para conciliar el sueño también.
Tengo muchas otras actividades que practico, pero estas son las que ya forman parte de mis hábitos diarios. Ojalá te sirvan un poco para poder escalar esas montañas que la vida te depara.
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