Si sientes que tu perfume desaparece en lo que terminas tu café por la mañana, ¡no te preocupes! Aquí van algunos tips sencillos (y otros errores comunes que evitar) para que tu fragancia favorita te acompañe hasta el final del día.
DO’S
- Hidrata tu piel: Un truco de oro es aplicar crema sin aroma antes del perfume, ya que una piel hidratada va a retener mejor los aceites que contienen las fragancias.
- Aplica en puntos clave: Concéntrate en áreas cálidas como muñecas, cuello, detrás de las orejas y el interior de los codos. El calor corporal va a ayudar a que el aroma se libere poco a poco.
- Layering: Usa productos de la misma línea, como cremas o aceites con la misma fragancia, para potenciar el aroma.
DON’TS
- Evita frotarte las muñecas: Aunque lo hagamos casi por inercia, esto rompe las moléculas del perfume y hace que se desvanezca más rápido.
- No apliques directamente en la ropa: Algunos perfumes pueden manchar o no proyectarse igual sobre telas. Mejor usa tu piel como lienzo.
- No abuses del perfume: Un par de sprays en los lugares correctos son suficientes. Lo último que queremos es abrumar a quienes nos rodean. Siempre chic, shiny girl!
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