La musicoterapia tiene un impacto positivo en el desarrollo de habilidades lingüísticas, comunicativas, sociales, emocionales, motrices y cognitivas en general. 

¿Sabías que desde antes de nacer, somos seres musicales? En el útero materno, los latidos del corazón de la madre y los sonidos ambientales se convierten en la banda sonora de nuestro primer contacto con el mundo exterior. Esta conexión innata con la música continúa después del nacimiento, influenciando no solo nuestra capacidad de percibir y disfrutar de los sonidos, sino también nuestro desarrollo cognitivo, emocional y social. 

Como neuropsicóloga y musicoterapeuta, tuve la oportunidad de tratar a Juanito (nombre ficticio), un niño vivaz y curioso de tres años. Sus padres notaban un retraso en su lenguaje al intentar expresarse verbalmente, mientras que la comprensión no parecía afectada. Habían recibido una evaluación que sugería que Juanito podría estar dentro del Trastorno del Espectro Autista, y la frustración del niño al no poder comunicarse lo llevaba incluso a lastimarse a sí mismo. Ante esta situación, sus padres buscaban respuestas, apoyo y orientación para comprender mejor su proceso y ayudarle en su camino hacia la expresión verbal. Dado el gusto y la curiosidad de Juanito por la música, decidieron darle una oportunidad a la musicoterapia como una herramienta complementaria. 

Qué es la musicoterapia y cuáles son sus beneficios

La Asociación Americana de Musicoterapia define esta como una disciplina de la salud que usa la música como herramienta terapéutica para responder a las necesidades específicas de cada paciente. Además de promover la rehabilitación de funciones cognitivas, psicomotoras, emocionales y sociales afectadas por diversas causas, sirve para generar espacios de aprendizaje, comunicación y expresión, fortaleciendo el sentimiento de pertenencia en los pacientes. 

Volviendo a Juanito, al conocer sus gustos rítmicos y melódicos y alinearlos con los objetivos terapéuticos de un equipo multidisciplinario, las sesiones de musicoterapia fueron un verdadero catalizador para su avance. Al inicio, apenas lograba pronunciar unos pocos fonemas, y la frustración que esto le causaba lo llevaba a autolesionarse. Pero con el paso de las semanas vimos un gran cambio: su vocabulario y capacidad verbal se ampliaron, empezó a mostrar mucho más interés en aprender nuevas palabras, repetirlas y usarlas en su comunicación diaria y las autolesiones desaparecieron por completo. 

Este caso es un recordatorio poderoso del impacto positivo que pueden tener las intervenciones terapéuticas cuando son centradas en los intereses y las fortalezas individuales de los niños. A través de la combinación de la atención especializada y el apoyo de su entorno, estamos logrando abrir nuevas puertas hacia un futuro lleno de posibilidades y logros para Juanito dentro de su diagnóstico.

La importancia de la identificación temprana 

Para optimizar los beneficios de la musicoterapia, es esencial la realización de evaluaciones cognitivas y neuropsicológicas tempranas. Esto permite una intervención más efectiva y personalizada, adaptada a las necesidades específicas de cada individuo. 

La musicoterapia ofrece enfoques de estimulación cognitiva que pueden adaptarse a diferentes poblaciones, desde niños con trastornos del desarrollo hasta adultos mayores con enfermedades neurodegenerativas. La combinación de una evaluación temprana y la aplicación de técnicas de estimulación o rehabilitación cognitiva adecuadas potencia aún más sus beneficios terapéuticos, promoviendo el desarrollo cognitivo y mejorando la calidad de vida en todas las etapas de la vida.

@psinatividadangeles

Fotografías: I.PIX Media 

 

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