Durante mucho tiempo, el bienestar se asociaba principalmente con la salud física. Sin embargo, en 1984, la Organización Mundial de la Salud (OMS) redefinió el concepto de salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social, no solo la ausencia de enfermedad. Esta visión integral invita a las personas a cuidar su bienestar emocional como parte esencial de su salud.

El bienestar emocional está relacionado con la capacidad de manejar las emociones de forma positiva, lo que permite afrontar situaciones de estrés, mantener relaciones saludables y disfrutar de la vida. Pero, ¿cómo mejorar este aspecto tan importante? Al igual que el bienestar físico y social, requiere atención y dedicación. Aquí tienes algunas sugerencias para fortalecer tu bienestar emocional:

Autoconocimiento

Aceptarnos como somos, con nuestras fortalezas y debilidades, es crucial. Cada uno de nosotros cuenta con un equipo de herramientas. El tener conocimiento de ellas nos abre la posibilidad de trabajar en aquellas que necesitan refuerzo.

Aprende habilidades de inteligencia emocional

Reconocer, comprender y manejar nuestras propias emociones es una habilidad importante para el afrontamiento de situaciones de estrés. Ponerle nombre a lo que sentimos y utilizar métodos de regulación emocional que nos sean efectivos para facilitar la solución de conflictos y sacar mejor provecho de las actividades que realizamos.

Mantener y fomentar relaciones saludables

Un círculo de apoyo es crucial para el bienestar emocional. Sé agradecido con las personas de tu vida y nutre la relación. Haz planes para estar con tus amigos y procura rodearte de gente positiva.

Encuentra un propósito que vaya a fin con tus valores

Sentirnos útiles, que lo que hacemos sea significativo y que nuestra presencia es importante, tiene un impacto notable en cómo nos sentimos. Una de las formas de trabajar en el propósito es haciendo labores comunitarias, participando en fundaciones y buscando formas de compartir nuestras habilidades y conocimientos con otros.

Haz más de aquello que te gusta

Invierte tu tiempo en aquellas actividades que te provocan emociones agradables y positivas. Actividades que te den alegría, paz, esperanza. Acciones que te inspiren, que fomenten tu creatividad o que te conecten espiritualmente.

Practica la atención plena

Así sea meditando o realizando actividades que te den la sensación de inmersión o desconexión como cocinar, hacer manualidades, pasar tiempo con amigos, etc.

Establece límites

Los límites son una muestra de amor propio y cuidado. No se refiere únicamente a decir “no”. Trabajar en tu salud emocional implica dormir, descansar, establecer horarios y darte el espacio para afrontar las situaciones con autocompasión. Estar disponible para todos y para todo es un comportamiento que afecta negativamente el bienestar en forma general.

Practica alguna actividad física

Así es, es posible mejorar nuestro bienestar emocional con una actividad física. Los deportes o ejercicios producen hormonas asociadas al placer y la felicidad. Muchos psicólogos las recomiendan como parte de sus programas terapéuticos. En el periódico INDEPENDENT (2024) publicaron los resultados de un reciente estudio sobre el impacto de los ejercicios para combatir la depresión y el baile o la danza, resultó ser la actividad número uno. ¡Así que a bailar!

El bienestar emocional depende de uno mismo. Las actividades o acciones para mejorarlo deben ser elegidas por su valor intrínseco. Esto quiere decir que el placer o satisfacción que se derive de la actividad vendrá como resultado del disfrute de hacerla y no de los resultados que se producirán al completarla. Por ejemplo, la acción de pintar y no necesariamente ver el cuadro terminado.

Un aspecto crucial de la salud emocional es sanar. El proceso de perdonar, agradecer y dejar ir es importante porque no solo ayuda a fortalecer vínculos afectivos, sino también a liberarse de cargas pesadas. Es posible que para esto necesites un acompañamiento. La visita a un psicólogo no está únicamente asociada a un problema de salud mental, sino también, a un acompañamiento que puede ser para la solución de un conflicto o la toma de una decisión.

El enfoque de mejorar tu salud emocional debe ser integral, abordando tanto las acciones cotidianas, como las emociones y los pensamientos. Cualquier acción por pequeña que parezca, es importante y tendrá un impacto significativo. Empieza por hacer un listado de aquellas cosas o áreas donde tengas oportunidad de trabajar y elabora tu plan. Busca opciones de actividades que se parezcan a ti y que vayan conectadas a tus valores. Y no te desesperes, cuidar de tu salud es un proceso continuo, pero muy hermoso.

 

@dafneedefrias

 

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