Seguramente te has topado con algún video de Rosa Hiraldo, mejor conocida como «La flaca que come», en TikTok o Instagram, donde comparte reseñas de restaurantes y experiencias gastronómicas que nos dejan con ganas de probar cada plato. La joven santiaguera ha capturado miles de corazones con su entusiasmo y amor por la comida, sin embargo, nos revela que su relación con esta no siempre ha sido color de rosa. En esta conversación franca y transparente, nos cuenta cómo superó un trastorno alimenticio para que ahora sus seguidores puedan conocer, como ella dice, su versión “foodie 2.0”. 

¿Cómo y cuándo surge la idea de documentar tus visitas a restaurantes y hacer reviews de comida?

Antes de crear @laflacaquecome había creado @vivelavidarosa, donde subía contenido de fashion, get ready with me, reviews de comida y demás. Luego, una amiga muy cercana me recomendó enfocarme en un solo tipo de contenido, así que decidí inclinarme por el que más disfrutaba: las visitas a restaurantes. El último empujón me lo dio el hecho de que en mi familia siempre hemos sido de visitar el mismo restaurante por años, y con este proyecto me daba la motivación de conocer nuevos lugares. Ya he conocido muchos, ¡y me encanta!

¿Siempre has sido foodie, o es una pasión que descubriste con el tiempo?

Siendo sincera, mi relación con la comida ha tenido altas y bajas. A pesar de ser muy mañosa, siempre he sido de mucho comer y poco engordar. Sin embargo, hubo una época en la que, lamentablemente, caí en la anorexia y eso fue una pesadilla. Como se pueden imaginar, todo lo que comía era contado y nada era de la calle. Gracias a Dios, luego de unos cinco años y de recibir ayuda profesional, he podido sanar y puedo decir que La flaca que come jugó un gran rol en mi recuperación. Volví a ser la foodie que siempre he sido, esta vez intentando probar todas las cosas que mis propias limitaciones no me habían permitido disfrutar. Básicamente, mis seguidores están conociendo mi versión “foodie 2.0”

¿Cómo lograste vencer ese desorden alimenticio y aprender a disfrutar la comida de manera saludable y placentera? 

Ha sido un camino de algunos cinco o seis años donde he caído y me he vuelto a levantar. Luego de un testimonio dado por una profesora en mi colegio, donde contó su experiencia con su hija que sufría de anorexia, me di cuenta de que necesitaba ayuda. Ese día le dije a mi madre que contactáramos a un psicólogo y en esa misma semana ya estaba en consulta. Así fue como inició mi proceso de recuperación, uno en el que tuve recaídas y tuve que acudir a distintos profesionales. Recuerdo vívidamente los momentos de desesperación donde le pedía a Dios que me ayudara a disfrutar la comida como lo solía hacer. Hoy puedo decir que lo logré gracias al apoyo de mi familia y a los profesionales que apostaron a mi. Y claro, este proyecto que Dios puso en mi camino ha sido una gran parte; siento que fue el empujón que me hacía falta, así que agradezco a mis seguidores también. Finalmente, debo admitir que aún hay días y momentos donde mi mente me traiciona, pero he logrado aprender a disfrutar bastante la comida.

¿Qué le dirías a otras mujeres que están pasando por lo mismo?

¡Wow! Es mucho lo que quisiera decirles, pero trataré de ser breve. Mírenlo de esta forma: así como un carro no funciona sin gasolina, nuestro cuerpo no funciona sin comida. ¿Por qué maltratarlo? Ese cuerpo que te permite caminar, respirar y ser, merece ser feliz. Busquen ayuda, hablen con Dios y con sus seres queridos y les prometo que, aunque no lo parezca, habrá una luz al final del túnel. Debemos entender que vinimos a este mundo a ser libres y felices, ¡así que a comer rico!

Recuerdo vívidamente los momentos de desesperación donde le pedía a Dios que me ayudara a disfrutar la comida como lo solía hacer”

¿Cómo te sientes con el crecimiento que han tenido tus redes sociales hasta ahora?

Sumamente agradecida. En primer lugar con Dios, por el gran crecimiento que he tenido en tan solo un año y dos meses. En segundo lugar, con el apoyo de todos mis seguidores y su lealtad. He tenido la gran suerte de que disfrutan visitar los lugares en los que grabo reseñas y pedir justamente lo que les recomiendo. Puedo decir que siento una conexión con ellos al saber que andamos todos probando lo mismo, ¡mi comunidad es lo mejor!

¿Qué consideras más importante al evaluar un restaurante o un plato en particular?

Trato de poner sobre todas las cosas la honestidad. Es muy importante ser transparente (sin llegar al punto de difamar al otro) cuando se trata de recomendar algo. Al visitar restaurantes, me enfoco en el servicio y la relación calidad/precio de sus platos. Por otro lado, al momento de evaluar un plato en particular, simplemente analizo si a mí, personalmente, me gusta.

¿Podrías recomendarnos cinco de tus restaurantes favoritos en Santiago para un date con amigas?

-La Costilla de Adán: Es una opción segura si quieren comer algo rico, pues básicamente no fallan. El servicio es agradable y tienen platos deliciosos por buenos precios.

-Saga Restaurant: Tienen mi pasta favorita. Su menú es delicioso, de buena calidad y con un servicio súper atento. Claro, deben tomar en cuenta que es para un presupuesto más elevado.

-Thesaurus Café: Este es el restaurante al que iba con mi familia todos los domingos antes de aventurarme con @laflacaquecome. Amamos todos sus platos, especialmente sus ensaladas y su brownie a la moda, que es el mejor de Santiago. ¡Confíen! 

Debemos entender que vinimos a este mundo a ser libres y felices, ¡así que a comer rico!”

¿Qué sueños tienes para La flaca que come como plataforma?  

Estoy muy enfocada en seguir creciendo y creando el contenido que mi comunidad tanto disfruta, pero también tengo muchas ganas de que puedan conocerme y probar mi propia comida. Puede ser que por ahí vengan proyectos (risas). 

¿Qué te hace brillar?

Mi personalidad, autenticidad y honestidad son una gran parte de mi brillo.

@laflacaquecome

 

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