Thais Herrera conversa con nosotros luego de coronar el monte Everest

«Cuando tienes un sueño grande, tienes que accionar para alcanzarlo”

Thais Herrera es una mujer que, con su gran valentía y determinación, nos ha hecho sentir a todos los dominicanos orgullosos. La alpinista se convirtió esta semana en la primera dominicana en coronar el monte Everest, como parte de su misión de escalar las siete cumbres, un desafío extremo que consiste en ascender a la montaña más alta de cada continente.

Aún encontrándose en un lugar con mala conectividad, y acabando de completar una gigantesca hazaña, sacó unos minutos para conversar con Shine sobre este momento histórico para la República Dominicana.

¿Cómo te sientes luego de escalar el Everest?

Estoy muy bien. Cansada, con la garganta un poco afectada y tos, pero feliz de compartir con ustedes. Gracias por el seguimiento y apoyo.

¿Dónde te encuentras ahora mismo?

Estoy en el campamento base. Se suponía que voláramos hoy mismo a Katmandú, pero las condiciones del clima no eran favorables y montarse en un helicóptero no aplicaba. Ahora mismo estoy en el área de comedor, los que no pudimos volar hoy nos quedamos a dormir aquí.

Cuéntanos cómo fue esta experiencia que todos hemos vivido contigo y nos llena de tanto orgullo

La verdad es que he hecho cosas duras en esta vida, ¡pero esto fue durísimo! Especialmente por ser tan continuo. Estamos en el día 46 de expedición, o sea, no empezamos ahora. Antes de los 46 días de expedición me había ido una semana a Ecuador a prepararme. He tenido que aprender escalada en hielo y practicar muchísimas técnicas. A la hora de la verdad no se me olvida que de no ser por mi guía Paul y por mis dos sherpas, no hubiese habido forma.

¿En esos momentos duros, pensaste que no podrías seguir?

Cuando las cosas se ponen difíciles siempre pienso en mi familia, en la razón por la que estoy ahí y en seguir adelante. Se pasaron momentos difíciles, hubo muchos cambios, primero iba por China y luego se cambió a Nepal. Fue todo un proceso, hasta que gracias a Dios se logró estar en la cumbre. Ni siquiera he terminado de ver los videos, quiero subir algo ahora, pero la recomendación médica es que me acueste y descanse. Estoy hidratándome y tratando de comer algo, porque mi cuerpo está súper descompensado. Les mandé un videito donde me veo súper alegre y con mucha energía, pero es pura adrenalina, ya se me está bajando y debo descansar.

¿Qué se siente representar a la mujer de nuestro país en el tope del mundo?

Creo que las dominicanas tenemos la capacidad de hacer lo que nos propongamos, incluyendo escalar el monte Everest. Cualquiera que sea la montaña o tu sueño, requiere preparación, requiere tiempo, requiere esfuerzo y hay que tener un equipo, no es de la noche a la mañana. La primera vez que quise ir al Everest fue en el 2015, ha pasado muchísimo tiempo y se han ido agotando procesos. A veces queremos el éxito inmediato, y eso no funciona así.

En todo este trayecto, desde el principio hasta que llegaste a la cima, ¿cuál fue el momento más difícil para ti?

La bajada (risas) ¡fue horrible! Bajé gracias a que Paul me iba forzando, motivando y hasta insultando (risas), pero fue durísimo. Cuando subimos la cumbre el día estaba bellísimo, pero cuando regresamos al campamento cuatro, había tormenta.

Creo que las dominicanas tenemos la capacidad de hacer lo que nos propongamos, incluyendo escalar el monte Everest”

¿Qué tiempo duraste en la cima?

10 minutos.

¿Qué se siente estar en el punto más alto del planeta?

Venía todo el camino haciendo tres cosas: rezando, agradeciendo y meditando. En ese momento del día de cumbre, cuando salió el sol, íbamos subiendo una pared durísima y cuando despuntó el alba fue increíble. Estoy demasiado agradecida.

¿Qué o quién estaba en tus pensamientos en ese momento?

Pensé en mi familia y en toda la gente a la que le debo las gracias. Voy a subir videos, ¡lo prometo!

Si en base a esta experiencia y a todos los esquemas que has roto pudieras sacar un consejo para todas las mujeres del mundo, ¿cuál sería?

Que hay que soñar. Hay que tener sueños grandes y hay que salir a perseguirlos. Hay veces que el sueño cambia, pero hay que tenerlos y no dejarlos solamente en “a mi me gustaría”, sino ponerles acción. Cuando tienes un sueño grande, tienes que accionar para alcanzarlo.