El trabajo de los niños es ser niños, nuestra responsabilidad como padres es fomentar ese trabajo.

Viajar al mundo de las hadas, al de Peter Pan, esperar la visita del ratoncito cuando se te cae un diente de leche o tener un amigo imaginario, son ilusiones que demuestran el gran poder de la fantasía en la infancia. Las mismas se van después de esta etapa y jamás regresan. Es importante que permitamos a nuestros hijos disfrutar de ese momento en el que Santa Claus llega con regalos para ellos.

¿Para qué decirles a destiempo que alguna de sus fantasías no es real? “Santa no existe, el ratoncito soy yo’’. Esto, a largo plazo, no trae beneficios, y hasta puede ser que traiga frustración, enojo, tristeza. Para ellos, la fantasía y la magia tienen un gran valor. Por eso, son capaces de esconder esos amigos imaginarios de sus familiares… los ven como un tesoro.

EL GRAN PODER DE LA FANTASÍA EN LA INFANCIA

Como papá o mamá, puedes entrar en el mundo de tu peque, jugar y disfrutar, simular que vuelas, soplar polvo mágico como lo hace Campanita. Es importante que tomes en cuenta que esos días se van y no regresan. Sabemos que, hoy en día, a muchos padres les resulta mucho más fácil decirles a sus hijos que esas fantasías y personajes no son reales. Algunos afirman que ya son grandes y que eso se trata de disparates de niños, pero la realidad es que estas creencias forman parte importante de la niñez.

Al contarles antes de tiempo, podrían perder parte del sentido de la fecha, del personaje, de la idea.

Cuando se van la imaginación y la fantasía, se pierden sueños y deseos

¿Sabías que muchos niños descubren que el personaje rojo con blanco de Navidad no existe, y aún así intentan fingir que no lo saben? Sí, lo hacen por conveniencia porque en el fondo de su corazón desean continuar teniendo esa ilusión de escribir una carta y que lleguen los regalos a su árbol, se aferran a la fantasía que por años les ha acompañado.

Estas ideas fantásticas les ayudan a superar pérdidas, a vivir momentos difíciles, pues en su imaginación crean eso que desean. Por esas razones, podrías incluso fomentar la fantasía con cuentos, canciones, juegos, dibujos. Soñar y fantasear no cuesta nada, pero sí vale muchísimo.

Todo niño tiene fantasías desde que empieza a razonar. Vive por momentos en un mundo mágico, por eso usan cualquier tela como capa y le susurran al oído a Santa todo lo que desean recibir, así vean a 10 Santas más por ahí paseando.

EL GRAN PODER DE LA FANTASÍA EN LA INFANCIA

Sé empática y vuelve a ser niña (a veces se nos olvida)

La fantasía fomenta la imaginación, la creatividad, el juego libre. Algunas estimulan el buen comportamiento. Como psicóloga, no estoy de acuerdo en chantajear a los niños diciéndoles que por una tarea no realizada, ya Santa no llegará, porque muchas de las conductas de los niños son simplemente eso, comportamientos normales de la edad y hasta que no pasen esa etapa, no dejarán de ser niños que sueñan, fantasean, imaginan.

¡Felices fiestas!

@psic.johannyquiroz

 

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