Todos sabemos qué aspecto tiene el cabello dañado. Puntas abiertas, longitudes desechas y color irregular. ¿Sabías que hay diferentes tipos de daños capilares y que, para saber qué opción de tratamiento es la mejor para ti, es importante determinar qué tipo de daño tiene tu melena? No, nosotras tampoco.

El cabello dañado es uno de los problemas de belleza más extendidos y puede dividirse en tres categorías principales: térmico, mecánico o químico. El daño térmico es el causado por el uso excesivo de herramientas de peinado con calor. Mientras que el daño mecánico es el desgaste o la fricción excesiva en el cabello. Lo más habitual es que se produzca por un cepillado demasiado fuerte, por el roce con almohadas o reposacabezas o por atar el pelo en el mismo sitio con demasiada fuerza con ligas de mala calidad.

Por suerte, es fácil detectar la diferencia entre los tipos de daño, basándose en algunos signos reveladores. Aquí te vamos a enseñar cúales y cómo detectarlos.

Signos para descubrir el cabello dañado

Cabello dañado

Daños térmicos

Los daños térmicos resecan el cabello provocando asperezas, roturas y puntas abiertas. Para ello coge una sección de tu cabello y examina las puntas. Si ves que los cabellos se dividen en dos en las puntas y que algunos son más cortos que otros, lo más probable es que tengas un daño térmico.

Por desgracia, las puntas abiertas son muy difíciles de tratar, y la mayoría de los productos se centran en la prevención más que en la cura. Según Tom, la mejor manera de avanzar es cortar las pérdidas, literalmente. Si tu pelo ha llegado al punto de tener puntas abiertas notables, o las puntas de tu pelo son significativamente más finas que el resto, significa realmente que es el momento de un corte de pelo. Visita a tu peluquero, hazte un corte y comprométete a establecer mejores hábitos en casa para preservar tu nuevo cabello sano.

 

Daños mecánicos

Los daños mecánicos también provocan puntas abiertas. Pero además el daño se reparte más uniformemente desde la raíz a las puntas, provocando roturas más arriba, así como falta de brillo y encrespamiento. Asimismo, hacen más áspera la cutícula del cabello y pueden provocar roturas, puntas abiertas y falta de brillo.

La mejor manera de evitar este tipo de cabello dañado es cambiar a una toalla de microfibra y a una funda de almohada de seda para reducir la fricción por la noche, y replantearse la elección de los peinados, evitando los recogidos apretados que tiran del pelo y lo mantienen apretado en ciertas secciones. Los tratamientos para los daños mecánicos existentes se basan principalmente en reponer la humedad perdida con mascarillas y sérums nutritivos para el cabello.

Cabello dañado

Daños químicos

Estos suelen dejar el pelo gomoso, pegajoso, mate y demasiado estirado, probablemente por falta de proteínas. Para reparar este tipo de daño necesitarás un tratamiento capilar con proteínas que haya sido formulado para reparar los enlaces rotos.

No te preocupes si crees que puedes estar sufriendo varios tipos de cabello dañado. Consulta con tu especialista de confianza para que te ayude a la elección de las mascarillas y acondicionadores correctos que contengan humedad, proteínas o un equilibrio de ambos,  para hacer que tu cabello se vea y se sienta más saludable.