Las dietas saludables son la mejor opción para mantener la salud y figura con el paso del tiempo. No obstante, la palabra dieta es para muchas sinónimo de regímenes restrictivos. La clave es saber que una dieta no debe ser temporal ni extrema, sino un estilo de vida con una nutrición saludable.
Por eso, en estos primeros meses del año cuando empieza el sempiterno boom de las dietas extremas y de intentar adelgazar de forma rápida en este inicio de año, es bueno saber que esto no sólo suele no ser efectivo, sino que también genera que hagamos dietas poco saludables que nos prometen resultados inmediatos, pero que pueden afectar nuestra salud y hacernos pasar hambre.
Dieta mediterránea
¿Has escuchado sobre ella? Es una de las mejores dietas saludables para combatir la depresión y está basada en comidas a base de vegetales con sólo pequeñas cantidades de carne de res y pollo. En esta dieta encontrarás más porciones de granos enteros, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres, además de todos los alimentos que de forma natural contienen cantidades altas de fibra. Entre los ingredientes recomendados también está la pasta, el arroz y los frutos secos, además del consumo de vino con moderación. Asimismo, se reduce el consumo de productos como las carnes rojas, los dulces y los huevos.
Otro de los productos más recomendados es el aceite de oliva, que gracias al ácido oleico y a sus grasas de origen vegetal, disminuye el riesgo de padecer problemas en las arterias y tiene un alto contenido en vitamina E. La dieta mediterránea promueve el consumo de este tipo de aceite como una opción frente a la mantequilla.
¿Sus mayores beneficios? Contribuye a bajar de peso, controlar la presión arterial y la hipercolesterolemia, mientras retrasa el deterioro cognitivo. La práctica habitual de ejercicio físico junto con este tipo de dietas saludables también ofrece protección contra enfermedades crónicas como la diabetes o el Alzheimer.
Dieta flexitariana
Ésta engloba a aquellas personas que generalmente consumen una dieta vegetariana, pero que ocasionalmente, integran la carne y el pescado. En concreto, aquellos que comen carne más de 1 vez al mes, pero menos de 1 vez a la semana. Además, prioriza el consumo abundante de productos vegetales como las verduras, frutas, hortalizas y legumbres.
En los últimos 5 años, según un estudio de la Universidad de Oxford, se ha demostrado que las personas cada vez tienen un mayor interés en adoptar dietas saludables con o sin un menor consumo de carne. Y como el vegetarianismo es un modelo alimenticio ampliamente asentado, la venta y consumo de productos veganos o vegetarianos también lo es. Este tipo de productos también facilitan las decisiones de los flexitarianos, ya que disponen de una mayor oferta de productos sin carne.
Y si hablamos de sus beneficios, este tipo de dieta saludable ha demostrado efectos positivos en la pérdida de peso y en la prevención de enfermedades como la diabetes, la obesidad, la hipertensión y la dislipemia. Llevada a medio y/o largo plazo también implica una mayor saciedad, déficit calórico y un aumento del gasto calórico total.
Dieta nórdica
Es un estilo de vida propio del norte de Europa, basado en pescado, cereales integrales y aceite de canola. Sus beneficios están avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y tiene similitudes y diferencias con la dieta mediterránea. Este tipo de alimentación se basa en la pirámide de dieta del Mar Báltico. Es decir, en el uso de alimentos de producción local y bajo la premisa del respeto y la recuperación de las costumbres culinarias de la cultura del territorio.
Su base es el uso de cereales integrales, frutas, verduras y tres raciones de pescado a la semana. Asimismo, lácteos desnatados y evitar productos azucarados, los aditivos alimentarios y el exceso de carnes. Una diferencia con la mediterránea es el uso del aceite de canola como la base para la cocción de los alimentos, en lugar del aceite de oliva.
Entre sus beneficios está el descenso de los niveles de colesterol, la mejora de la presión sanguínea, la ayuda a la pérdida de peso y propiedades antiinflamatorias.
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