Los vestidos de fiesta de Carolina Herrera son hoy por hoy una institución en sí mismos. Primeramente, porque son portadores de una estética y personalidad únicos: blanco y negro como colores principales. Asimismo, los lunares, las mangas imponentes y las faldas largas. Y en segundo lugar, porque estos códigos códigos han sabido, como ninguna otra línea de diseño, sobrevivir al paso del tiempo adaptándose a las nuevas corrientes estéticas y a las circunstancias. Algo que el director creativo de Carolina Herrera, Wes Gordon, ejecuta con mucho acierto.

No obstante, un aniversario (la firma celebró sus 40 años en la New York Fashion Week) es una excusa muy buena para apostar. Y recordar al mundo que la vida sigue y que está bien tener ganas de celebrar. Por eso, el desfile de primavera-verano 2022 de Carolina Herrera no sólo fue una oda a los vestidos de fiesta. También un plató para mostrarle al mundo que la firma puede reinventar sus códigos sin perder la esencia.

Los nuevos vestidos de fiesta de Carolina Herrera

Descrita como un «homenaje fresco al glamour, la diversión y la irreverencia de principios de la década de 1980″, los nuevos vestidos de fiesta de Carolina Herrera se inspiran en formas vívidas. Asimismo, en la alegría de vivir y la audaz confianza de las primeras colecciones». ¿Lo nuevo? Tonos vibrantes de rojos y rosas y una «alteración» del clásico blanco y negro. Dispuesto esta vez en rayas verticales gráficas y en capas de tul en cascada, lo que hizo la declaración más grande de unos vestidos de fiesta de Carolina Herrera mucho más audaces y seguros.

Otros aspectos destacados incluyeron divertidos cuadros de lentejuelas. También minivestidos y un estampado con pinceladas pintadas que deletrean las letras de Carolina Herrera que se ven en faldas de cintura alta con aberturas hasta los muslos, bralettes y vestidos elegantes.