Más allá del deporte, Tokio 2020 se definió por grandes enseñanzas de las atletas femeninas que, sin duda, nos estarán marcando la pauta en diferentes aspectos. Así como nuestras atletas dominicanas, muchas otras nos dejaron lecciones que nos hablan de anteponer la salud mental por encima de todo hasta esas que nos recuerdan el valor de la sororidad.

Son muchas las historias que nos inspiraron mismas que nos dan la pauta para seguir empoderándonos y guiándonos por una nueva y necesaria filosofía que, por sobre todo, reivindica el respeto y amor propio. ¡Aquí algunas de las enseñanzas que más nos sorprendieron!

Cinco grandes enseñanzas que nos dejaron las mujeres en Tokio 2020

1- La salud mental es importante

La salud mental es tema que durante décadas se vio definido por múltiples prejuicios, incluso convirtiéndose en un tabú. Por consiguiente no es de sorprendernos que, en cierto modo, se haya estigmatizado y hasta invisibilizado. Pero son las voces confiadas como la de la gimnasta estadounidense, Simone Biles, las que nos inspiran a reconocer su impacto para proteger nuestra mente y cuerpo. Sus mensajes nos inspiran a expresar sin temor la forma en la que nos sentimos. Incluso, a poner límites sin importar las expectativas de los demás.

 

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2- Nunca es tarde para empezar

Erradamente solemos creer que para hacer aquello que deseamos y triunfar en ello se necesita dar pasos agigantados sobre una ruta y edad específicas. Sin embargo, basta con conocer la historia de Anna Kiesenhofer. La ciclista amateur de 30 años, tras desempeñarse como matemática, investigadora y docente —con dos diplomas y un doctorado— y sin contar con un equipo y contratos profesionales, participó con éxito en Tokio 2020. Llegó a convertirse, sorpresivamente, en la primera medallista austriaca de oro desde los Juegos de Atenas 2004.


3- La edad es solo un número

En consonancia con el aprendizaje anterior. Nunca se es demasiado joven o grande para intentar aquello que nos apasiona y triunfar en ello. Así nos lo demostraron la japonesa Momiji Nishiya y Rayssa Leal de Brasil —ambas de 13 años— y la atleta japonesa Funa Nakayama de 14 años. Las tres se convirtieron en las medallistas olímpicas más jóvenes de la historia por su participación en skateboarding, uno de los deportes nuevos en Tokio 2020.

 

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4- Cuestiona y rompe con lo que te incomoda

Uno de los grandes aprendizajes en Tokio 2020 vino de la mano de la selección alemana de gimnasia. Este año, las germanas decidieron reinventar sus clásicos uniformes. No sólo para garantizar la comodidad de sus atletas, también para protestar en contra de la sexualización que impone la injusta exigencia de emplear obligatoriamente prendas que para nada suponen el óptimo desempeño deportivo.

 

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5- Tu género no es una limitante

Desde el triunfo de Momiji Nishiya, Rayssa Leal y Funa Nakayama al demostrar que el skateboarding no es sólo para hombres, repasando la historia de la pesista Laurel Hubbard al ser primera atleta transgénero de Nueva Zelanda en clasificar en los Juegos Olímpicos y finalmente, hasta llegar a Tom Daley quien orgullosamente se convirtió en un inspirador represente de la comunidad LGBTQ+ durante Tokio 2020 finalmente nos recuerdan que nuestro género en lo absoluto representa una barrera.

 

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