El método del plato saludable de Harvard es una guía de nutrición para elaborar comidas saludables y equilibradas. Fundamentalmente desarrollada por los expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard, la metodología busca que pierdas peso sin tener que estar todo el día contando calorías. Además, es fácil de aplicar y te hace muy fácil planificar tus comidas del día a día.

¿En qué consiste el método del plato?

La idea es dividir un plato por la mitad y llenarla de verduras. La otra mitad, hay que dividirla de nuevo y dedicar un cuarto a las proteínas y otro cuarto, a los hidratos de carbono. Y tener en cuenta que siempre que la fruta es el mejor postre.

La mitad del plato: verduras y hortalizas.

Tan variadas como sean posibles. Principalmente porque cuanto más color haya en el plato, más nos aseguramos que la dieta aporta la suficiente cantidad de vitaminas y minerales. Por cierto, los expertos de Harvard recalcan que la papa no se considera una verdura (y el tomate de la pizza tampoco cuenta).

Un cuarto del plato: cereales.

Aquí se incluyen el pan, la pasta, el arroz, las papas o las legumbres. Y como recomiendan desde Harvard, lo ideal es optar siempre que sea posible por cereales integrales.

Otro cuarto del plato: proteína.

Aquí puedes incluir Carne, pescado, huevo, legumbres, tofu u otros alimentos proteicos.

¿Y qué dice el método del plato sobre los postres?

Lo mejor es optar por fruta fresca y, en menor medida, por la fruta al horno o en compotas caseras hechas a fuego lento y endulzado con canela o vainilla (opcionalmente). También el yogur natural sin azúcar (o sus equivalentes de soja, coco…) son una buena alternativa. Por cierto, ya que hablamos de yogures, el método del plato de Harvard limita el consumo de lácteos a una o dos porciones al día, ya sea leche, yogures y kéfir.

¿Y si prefiero una alimentación vegetariana?

La mitad del plato sigue siendo para las verduras y las hortalizas. Un cuarto, para los cereales; y el otro cuarto, para la proteína de origen vegetal: legumbres, derivados de la soja (tofu, soja texturizada) y huevos o queso en el caso de los ovolactovegetarianos.