Meditar es darnos cuenta de ese ser más profundo que tenemos. Principalmente de todo lo que hace, piensa y siente. Se trata de conectar con nuestra intuición y fortalezas para materializar nuestros propósitos.

“Al meditar con constancia en nuestras vidas aprendemos a vivir con amor, aceptación y conciencia” afirma Federica Vegas (@federicavegasc), coach y fundadora del Movimiento de Dignidad, quien en el marco de nuestro Wellness Week Shine nos da estos tips de cómo empezar a meditar de la manera más fácil (cero excusas).

Meditar requiere constancia

La meditación nos cuesta al principio. En primer lugar, porque estamos acostumbrados a ir a toda velocidad. “Quizá una parte de nosotros tiene miedo a estar en silencio y sentir. O puede sentir que es perder el tiempo”, afirma Federica, recomendando elegir una hora fija para la meditación diaria. Así el cuerpo y la mente se preparan y habitúan para ello.

Es importante la postura

“Lo ideal es hacer la meditación sentados, para estar cómodos pero alertas” dice Federica. “Con la columna recta. Puedes mover un poco la cadera hacia atrás y verás cómo se sostiene con comodidad. Pies anclados en el piso. Manos mirando hacia arriba y pecho abierto”.

Sobre los pensamientos

“Meditar NO es estar sin pensar. Los pensamientos siempre vienen. El ejercicio se trata de reconocerlos, mirarlos, nombrarlos y salir de la identificación con ellos. ¡En realidad hay algo más profundo en ti!” afirma Federica, recomendando que cuando te vayas en un pensamiento no te culpes. Solo vuelve con tu respiración al momento presente.

Respiración, clave en el acto de meditar

Nos mantiene en el presente. Es como un ancla para volver cada vez que la mente se va en un pensamiento. Inhala por la nariz y exhala por la boca. Asimismo, procura alargar la duración cada respiración.

Y muy importante, juicio

“Si estas meditando, y comienzas a tener pensamientos como ‘lo estoy haciendo mal’ o ‘no sé meditar’, simplemente mira esos pensamientos sin dejar que te dominen” sostiene Federica. “Solo déjalos seguir en su camino como una nube. Finalmente conecta con ese cielo azul infinito que tienes dentro y que es tu verdadera esencia”.