Amor propio no es egoísmo: es tener una vida con propósito
Amor propio es ponerte en primer lugar y es amarte, nutrirte primero tú misma para luego poder amar, dar y darte a los demás, no lo confundas con egoísmo.
Eres egoísta cuando te das a ti misma y dejas de darle a los demás porque solo piensas en ti. En cambio, cuando tienes amor propio, no le quitas nada a nadie. Simplemente te das a ti misma primero y luego a los demás. Por eso amarse comprende también evitar hacer cosas que te hacen daño, evitas exponerte a situaciones o relaciones que lastiman y laceran tu autoestima.
Amor propio es poder decir, sin lugar a dudas: “Yo me amo”, y es vital aprender a hacerlo. ¿Cómo? Pues conociéndote, porque cuando aceptas tus debilidades y fortalezas, cuando sabes lo que piensas, sientes y deseas, te estás amando. También cuando te conoces y te permites ser quién eres sin buscar ser de otra manera para complacer a los demás.
El amor propio es tener una vida con propósito
Es buscar que todo lo que hagas te inspire a ti misma, halagándote, piropeándote, pasando tiempo contigo, cuidándote, alimentándote correctamente, durmiendo bien y haciendo ejercicios; teniendo un pasatiempo y sacando tiempo para hacer eso que tanto te gusta.
Y muy importante: el amor propio es aprender a decir “no”, protegerte de las relaciones tóxicas, enfrentar las situaciones priorizando tus intereses, evitando compararte con los demás, admirarte, respetarte o imitar sin competir, perdonar tus errores y aprender de ellos sin castigarte.
Teniendo esto siempre presente y celebrando que nadie es como tú ni tampoco hará las cosas como tú porque eres única y esa es tu riqueza. Aprende a amarte verdaderamente a ti misma para poder ofrecer un amor auténtico y significativo a los demás, enamórate de ti y podrás realmente amar y ser amada por los demás.
Psicóloga Clínica • Terapeuta familiar, de Pareja y sexual.
Av. Gustavo Mejía Ricart No.83, Plaza Andalucía I, Suite 15.
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