Los próximos pasos para la reactivación económica y el papel de las mujeres en ello fue el centro de la segunda edición del Women Economic Forum Latinoamérica (WEF). Celebrado en Colombia a finales de noviembre, el espacio buscó ofrecer respuestas en la región para enfrentar la desigualdad. Y dentro del plan de reactivación, el acceso de las mujeres a los derechos económicos. Especialmente, al mercado laboral a través de la articulación del sector privado y público.

El evento llegó en un momento donde la mayoría de los países de la región exhiben sus datos en relación a cómo las mujeres recibieron mujeres el choque económico por la pandemia. En el caso de República Dominicana, en un 12.2% de los hogares encuestados donde una mujer es la principal generadora de ingresos hubo una pérdida permanente de empleo por el Covid. Esto frente al 7.8% de hogares donde el principal generador de ingresos era un hombre. Así lo precisa la encuesta de impacto socioeconómico (SEIA). Un estudio realizado por agencias del Sistema de las Naciones Unidas en colaboración con el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN). Asimismo, por 28 ONGs que conforman la Red Actúa.

Durante el evento, Nadia Sánchez, directora del WEF, precisó que la reactivación del empleo debe considerar el papel de las mujeres. Principalmente generando políticas para disminuir la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres.

«Es uno de los foros más grandes en el mundo para la mujer. Reunimos más de 40 países y 300 conferencistas. Tenemos un punto de encuentro y es la reactivación social y económica. Por eso la importancia de definir esos puntos y acciones concretas para 2021 con la participación del sector privado y público», puntualizó.

“La participación de las mujeres en la reactivación será necesaria. Pero primero es fundamental revisar, responder, incluir y priorizar en la agenda sus necesidades”, agregó.

El papel de las mujeres pasa por reivindicar sus derechos

Además, Sánchez destacó la importancia de la participación y el papel de las mujeres en el ámbito político, económico, empresaria y social, como la primera ministra de Emiratos Árabes y la vicepresidenta global de Alibaba, entre otras.

«Cuando las mujeres están empoderadas pueden exigir sus derechos, ejercer liderazgo, ejecutar emprendimientos, aprovechar oportunidades de formación y empleo, sin duda alguna, las economías crecen. Una adecuada inversión social responde a la reducción de la desigualdad en todas sus expresiones, para esto es necesario trabajar en conjunto bajo una misma visión que inspire al cambio estructural», reseñó.

La República Dominicana ha experimentado un desarrollo económico extraordinario en los últimos 20 años. Sin embargo, datos como los del SEIA nos indican que aún persisten los indicadores que dan cuenta de las barreras que muchas mujeres enfrentan. Primero, por ser las más propensas a perder su empleo o a tener que desvincularse para encargarse de la economía de cuidados. No menos importante, muchas de ellas están aún primera línea de batalla contra la pandemia, desde el sector salud y la enfermería.

Aunque una gran parte de las soluciones necesarias pa­ra alcanzar la equidad de gé­nero reposan en la esfera gubernamental, también hay una responsabilidad compartida con el sector privado y con las organizaciones no gubernamentales. Es hora de promover un amplio conjunto de incentivos fiscales y apoyos gubernamentales en­focados en políticas de pro­moción de la equidad de gé­nero, una estrategia que ha sido exitosa en otros países.