«Laura, de verdad quiero hacer ejercicio, pero simplemente no me animo a comenzar». Si supieran cuántas veces leo esto en mis redes sociales. En el fondo, la pregunta es la misma: ¿cómo motivarme para hacer ejercicios?

Pero realmente las entiendo, es difícil formar el hábito. Un día te despiertas muy animada, te pones tus zapatos deportivos y haces una rutina, y al día siguiente te levantas demasiado adolorida y buscando una excusa para no continuar. En verdad, esto pasa todo el tiempo.

  1. Comienza con un ejercicio fácil y que te guste

    Si comienzas con algo que está muy por encima de tu capacidad, lo único que lograrás son músculos demasiado adoloridos, frustración y aparecerán las excusas para desistir. Hay ejercicios que nos gustan más que otros, comienza con uno con el que puedas recuperar tu autoestima y ánimo.

  2. Hazlo desde tu casa con un programa digital

    Lo mejor es reducir la cantidad de pasos y distancia que te separan del ejercicio. Es decir, si puedes hacerlo en la sala de tu casa, ya eliminaste las excusas.

  3. Aumenta gradualmente

    Para que el ejercicio sea efectivo, tenemos que retarnos a nosotras mismas, pero gradualmente. Ve incrementando tus entrenamientos dos-tres minutos por semana, o las pesas un kilo por mes, en la medida en que vayas aumentando tu fuerza y capacidad pulmonar y muscular

  4. Motívate para hacer ejercicios… con un compañero

    He descubierto que esta es una de las mejores formas de comenzar y, sobre todo, de mantenerte encarrilada. Al tener un compañero de ejercicio que te acompaña y te anima, creas un compromiso no solo contigo misma, sino con esa persona. ¡El ejercicio se vuelve una actividad social y divertida, y ansiarás que llegue la hora de hacerlo! Programen juntos los horarios y establece un recordatorio en tu celular.

 

Entonces, la próxima vez que pienses que no puedes hacer ejercicio, quiero que vuelvas a leer este artículo y te animes a ponerte los zapatos deportivos.