El colágeno, la preciada proteína que se encarga de darnos elasticidad y firmeza a la piel, es la misma que desafortunadamente va decayendo un 1 % cada año, a partir de los 20 años. La buena noticia es que la industria va proponiendo soluciones y aquí te comparto una de mis favoritas. De modo que sí es posible envejecer con gracia. 

La nueva tendencia en la industria de la estética es la bioestimulación de colágeno, tecnología anti-aging que llegó a revolucionar el mundo. A ella se suman varias sustancias, como la hidroxiapatita cálcica y el ácido poliláctico, ambas aprobadas por la FDA, estas tienen la capacidad de estimular y crear nuevas fibras colágenas.

El procedimiento es rápido, sencillo e indoloro. Mediante una técnica de abanico y microcánula se deposita el material, creando vectores de levantamiento que mejoran significativamente los surcos, el aspecto de cansancio y la flacidez del rostro.

Son necesarias tres sesiones, espaciadas en un mes, para obtener resultados reafirmantes y naturales que duran hasta cinco años. Ya que el proceso de envejecimiento continúa, es importante realizar una sesión al año para mantener los resultados de manera óptima. Así sacaremos mucho más provecho de este tipo de tratamiento.

¿Lo mejor?

Se puede trabajar cualquier zona del cuerpo, siendo las más comunes: rostro, cuello, escote, brazos, abdomen, muslos, rodillas, manos y pies. La bioestimulación es una excelente herramienta como tratamiento preventivo de rejuvenecimiento y para quienes desean envejecer con gracia, sin recurrir a una opción quirúrgica. 

Personalmente, persigo el cánon de belleza donde predomina la naturalidad. Es por esta razón que se ha convertido en uno de mis tratamientos favoritos a la hora de prevenir y personalizar los planes de rejuvenecimiento.  Por su resultado natural y duradero, es un must para toda paciente que desea envejecer con gracia y con resultados más naturales.